La pandemia da síntomas en todo el mundo de terminar de forma aguda y, por primera vez, cunde la sensación que se está ante el principio del fin. La industria turística encara así el mayor rebote de su historia, tras casi un año en sus volúmenes más bajos nunca vistos, y ante unas ganas de viajar también sin precedentes.
Los últimos datos muestran que en todo el mundo los nuevos contagios rondan los 300.000, tres veces menos que hace un mes. En Estados Unidos, por ejemplo, bajan de 90.000, cuando llegó a rebasar el cuarto de millón, mientras en Asia, por primera vez, ningún país supera los 9.000 nuevos infectados. Una mejoría notable que se aprecia también por toda Europa.
Además, Estados Unidos está inyectando dos millones de vacunas diarias, mientras Reino Unido llega a 450.000 al día. Ambos mercados son los principales junto al alemán y el canadiense para las grandes hoteleras españolas. Se espera asimismo que la vacunación masiva sea una realidad en un par de meses (El ambicioso plan de vacunación de Reino Unido impulsa la reserva de viajes).
Así, la pesadilla del coronavirus remite, mientras las vacunas afrontan su campaña masiva. Los tratamientos como el de Pharmamar son una realidad, a la vez que los tests se espera que se vuelvan más fiables, económocos y rápidos. La lucha política da una tregua, al tiempo que se abre un horizonte para que el ahorro de particulares y la inversión de empresas pueda liberarse tras más de un año de encierro.
Y lo más importante ante este nuevo escenario es que las ganas de viajar, tras tanto tiempo con la movilidad y sociabilidad restringida, son más fuertes que nunca, unido a que el teletrabajo permite estancias más largas en los destinos. La industria turística vacacional afronta así el mayor repunte de su historia con una espiral de euforia que acelere la recuperación a los niveles presentados en 2019-2020.
En Colombia tenemos destinos para todos los gustos; la costa Caribe colombiana tiene unos destinos espectaculares que combinan naturaleza, cultura, historia y gastronomía. Los Llanos Orientales con Casanare y Meta, con una oferta única.
Otro destino espectacular es Amazonas, que es el punto de convergencia entre la Orinoquia y la Amazonia, que está a siete horas de Bogotá por una autopista en perfecto estado. El Chocó, el Paisaje Cultural Cafetero, Antioquia, y ni se diga del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina tan golpeado, adonde los colombianos deberíamos hacer un esfuerzo mayor para viajar y apoyar así su reactivación económica.